Un neuropsicólogo es un psicólogo de formación que se especializa en la comprensión de relación entre la conducta y el funcionamiento cerebral. El cerebro es un órgano complejo cuyas lesiones tanto en las diferentes áreas cerebrales como en el Sistema Nervioso Central pueden provocar alteraciones en la conducta y en la función cognitiva de las personas. Los neuropsicólogos precisan de los conocimientos de la psicología y de una formación extensa y específica en el funcionamiento cerebral. Normalmente trabajan en clínicas y hospitales o en unidades de investigación.   ¿Qué hace un neuropsicólogo? Evaluar y tratar a personas con trastornos o lesiones del Sistema Nervioso Central o del cerebro. Suelen trabajar conjuntamente con Médicos, Neurólogos o Psiquiatras, que son aquellos profesionales que tienen pacientes que pueden precisar una valoración neuropsicológica en el entorno sanitario. Las enfermedades, trastornos y lesiones del cerebro pueden afectar la manera en la que piensa, siente y actúa una persona. Los síntomas que pueden precisar la asistencia de un neuropsicólogo son: Dificultades en la memoria Problemas del estado del ánimo Trastornos del aprendizaje Disfunciones del Sistema Nervioso   Muchas veces, para los doctores no es posible identificar las causas de los síntomas que presentan los pacientes para determinar el diagnóstico. Gracias a la investigación, se conocen muchas conexiones entre alteraciones de la función cognitiva (memoria, atención, concentración, etc.) y diferentes trastornos neurológicos o psiquiátricos. Por lo que, en estos casos, la valoración de estas funciones cognitivas son muy necesarias y ayudan a orientar el diagnóstico médico y, por consiguiente, el tratamiento más adecuado. No solamente para orientar el diagnóstico, también si la persona tiene un diagnóstico, una evaluación neuropsicológica podría ser necesaria para valorar el manejo del tratamiento según aquellas funciones cognitivas que están preservadas (donde habría que trabajar para potenciar) frente a aquellas que presentan un rendimiento por debajo de la media (donde habría que trabajar para mejorar). A través de la valoración, se puede determinar qué dificultades podría haber y cómo de graves son.   Os ponemos algunos ejemplos de casos que precisarían una valoración neuropsicológica: Un ictus, que puede afectar la conducta, el pensamiento, la memoria y otras funciones del cerebro que puedan estar afectadas de manera obvia o sutil. Una evaluación neuropsicológica ayuda a comprender el grado de afectación del ictus. Parkinson, es una enfermedad degenerativa que puede causar diferentes problemas neurológicos. Un examen neuropsicológico puede ayudar  marcar una línea base para conocer más específicamente el progreso y la evolución de las funciones afectadas. Enfermedad de Alzheimer y otras demencias que suelen producir alteraciones en la memoria, la personalidad y las habilidades cognitivas. La valoración en este caso, ayudaría a identificar estas cuestiones en un estadio temprano. Traumatismos craneoencefálicos que causan una variedad de síntomas. La evaluación del neuropsicólogo ayuda a determinar cómo las lesiones cerebrales afectan diferentes funciones, desde los ya comentados hasta razonamiento o resolución de problemas. Enfermedades psiquiátricas que afectan habitualmente a las habilidades cognitivas. La evaluación cognitiva de estos pacientes ayuda a orientar el diagnóstico de manera más precisa cuando la sintomatología no es clara o confunde los criterios diagnósticos. Esta circunstancia ocurre muy a menudo, puesto que es muy complicado encontrarse un paciente que reúna única y exclusivamente criterios para una sola psicopatología. Lo más habitual es encontrar pacientes que reúnen diferentes características de diferentes trastornos.   Procedimientos neuropsicológicos típicos El sistema nervioso y el cerebro están compuestos por mecanismos complejos. Para evaluar su funcionamiento, se utilizan diferentes técnicas: Entrevista clínica Pruebas diagnósticas de neuroimagen (TAC, Resonancia Magnética, TEPT, etc.) Evaluación neuropsicológica (de la memoria, atención, percepción, personalidad, resolución de problemas, razonamiento, alteraciones del estado de ánimo…) Otras pruebas médicas complementarias (análisis, biopsias, monitorizaciones, pruebas genéticas o biomarcadores)   Diagnóstico y conclusiones de la evaluación El neuropsicólogo, en la mayoría de casos, junto al neurólogo o el psiquiatra, recoge la información clínica y personal, conjuntamente con los resultados de la evaluación de las funciones cognitivas y otras pruebas médicas (en caso necesario) y extrae aquella información relevante para explicar cómo la presencia o ausencia de funcionalidad en el cerebro o área cerebral, podría explicar la sintomatología o dificultades que reportan los pacientes. Las pruebas neuropsicológicas son procedimientos técnicos, validados a través de estudios y que ofrecen un valor objetivo de la funcionalidad o disfuncionalidad del paciente.  Sin embargo, la información objetiva de estas pruebas no tiene validez empírica por sí sola, es preciso conectarla con otras pistas para poder llegar a una conclusión completa y extensa. Del mismo modo,  la presencia o ausencia de una marca o lesión en el cerebro que no se corresponde con una sintomatología o queja del paciente, no tendría por qué resultar patológica o grave. Es decir, toda información sobre el funcionamiento cerebral y del sistema nervioso debería de ser contrastada a través de diferentes procedimientos diagnósticos (entrevista clínica, valoración cognitiva y otras pruebas médicas -en caso necesario-) para poder llegar a la conclusión más precisa. Si bien es cierto, que en algunas ocasiones no es necesario realizar todos los procedimientos porque la investigación y la experiencia nos aportan los datos necesarios para obtener el diagnóstico correcto. La responsabilidad del neuropsicólogo es muy importante a la hora de optimizar el uso de las pruebas diagnósticas. Actualmente, gracias al avance tecnológico, tenemos la posibilidad de obtener mucha más información, por lo que podríamos pensar que cuanta más información tengamos, más preciso será el diagnóstico. Llegados a este punto, hay que subrayar que la importancia del profesional es hacer uso de aquellas técnicas que son imprescindibles para realizar la aproximación diagnóstica. Esto significa que no en todos los casos va a ser necesaria una valoración cognitiva, ni en todos los casos que se haga una valoración cognitiva va a ser necesaria una prueba de neuroimagen para contrastar el diagnóstico. Esto es debido a que hay patologías o afectaciones neuropsicológicas en las que una Resonancia Magnética (por ejemplo), no va a aportar hallazgos relevantes. Mientras que hay otras circunstancias en las que una valoración cognitiva no será necesaria o posible si la entrevista clínica y las pruebas médicas son lo suficientemente concluyentes (por ejemplo en un caso de lesión cerebral grave donde el paciente sufre una Afasia, que le impide poder hablar, y por consiguiente realizar la evaluación). Sea como sea, la figura del neuropsicólogo ofrece una importante ayuda para: -Orientar el diagnóstico -Explicar la afectación de la función cerebral sobre el comportamiento o estado del ánimo de la persona afectada -Desarrollar un plan de tratamiento extenso y preciso   El futuro de la Profesión de Neuropsicólogo Clínico En Neuroespai estamos muy comprometidos con la difusión e información del papel que tienen las figuras de los profesionales de la salud. Queríamos publicar este blog informativo para celebrar que el pasado 2 de Noviembre de 2016 se ha realizado la primera convocatoria para la “I Acreditación Nacional en Neuropsicología Clínica”. Desde el Colegio de Psicólogos de Cataluña y desde la Federación de Asociaciones de Neuropsicología de España, se está trabajando de manera conjunta para defender y evidenciar la importancia de la figura del Neuropsicólogo en los entornos sanitarios y clínicos no solamente en nuestro país, sino en todo el mundo.  

Un neuropsicólogo es un psicólogo de formación que se especializa en la comprensión de relación entre la conducta y el funcionamiento cerebral. El cerebro es un órgano complejo cuyas lesiones tanto en las diferentes áreas cerebrales como en el Sistema Nervioso Central pueden provocar alteraciones en la conducta y en la función cognitiva de las personas. Los neuropsicólogos precisan de los conocimientos de la psicología y de una formación extensa y específica en el funcionamiento cerebral. Normalmente trabajan en clínicas y hospitales o en unidades de investigación.   ¿Qué hace un neuropsicólogo? Evaluar y tratar a personas con trastornos o lesiones del Sistema Nervioso Central o del cerebro. Suelen trabajar conjuntamente con Médicos, Neurólogos o Psiquiatras, que son aquellos profesionales que tienen pacientes que pueden precisar una valoración neuropsicológica en el entorno sanitario. Las enfermedades, trastornos y lesiones del cerebro pueden afectar la manera en la que piensa, siente y actúa una persona. Los síntomas que pueden precisar la asistencia de un neuropsicólogo son: Dificultades en la memoria Problemas del estado del ánimo Trastornos del aprendizaje Disfunciones del Sistema Nervioso   Muchas veces, para los doctores no es posible identificar las causas de los síntomas que presentan los pacientes para determinar el diagnóstico. Gracias a la investigación, se conocen muchas conexiones entre alteraciones de la función cognitiva (memoria, atención, concentración, etc.) y diferentes trastornos neurológicos o psiquiátricos. Por lo que, en estos casos, la valoración de estas funciones cognitivas son muy necesarias y ayudan a orientar el diagnóstico médico y, por consiguiente, el tratamiento más adecuado. No solamente para orientar el diagnóstico, también si la persona tiene un diagnóstico, una evaluación neuropsicológica podría ser necesaria para valorar el manejo del tratamiento según aquellas funciones cognitivas que están preservadas (donde habría que trabajar para potenciar) frente a aquellas que presentan un rendimiento por debajo de la media (donde habría que trabajar para mejorar). A través de la valoración, se puede determinar qué dificultades podría haber y cómo de graves son.   Os ponemos algunos ejemplos de casos que precisarían una valoración neuropsicológica: Un ictus, que puede afectar la conducta, el pensamiento, la memoria y otras funciones del cerebro que puedan estar afectadas de manera obvia o sutil. Una evaluación neuropsicológica ayuda a comprender el grado de afectación del ictus. Parkinson, es una enfermedad degenerativa que puede causar diferentes problemas neurológicos. Un examen neuropsicológico puede ayudar  marcar una línea base para conocer más específicamente el progreso y la evolución de las funciones afectadas. Enfermedad de Alzheimer y otras demencias que suelen producir alteraciones en la memoria, la personalidad y las habilidades cognitivas. La valoración en este caso, ayudaría a identificar estas cuestiones en un estadio temprano. Traumatismos craneoencefálicos que causan una variedad de síntomas. La evaluación del neuropsicólogo ayuda a determinar cómo las lesiones cerebrales afectan diferentes funciones, desde los ya comentados hasta razonamiento o resolución de problemas. Enfermedades psiquiátricas que afectan habitualmente a las habilidades cognitivas. La evaluación cognitiva de estos pacientes ayuda a orientar el diagnóstico de manera más precisa cuando la sintomatología no es clara o confunde los criterios diagnósticos. Esta circunstancia ocurre muy a menudo, puesto que es muy complicado encontrarse un paciente que reúna única y exclusivamente criterios para una sola psicopatología. Lo más habitual es encontrar pacientes que reúnen diferentes características de diferentes trastornos.   Procedimientos neuropsicológicos típicos El sistema nervioso y el cerebro están compuestos por mecanismos complejos. Para evaluar su funcionamiento, se utilizan diferentes técnicas: Entrevista clínica Pruebas diagnósticas de neuroimagen (TAC, Resonancia Magnética, TEPT, etc.) Evaluación neuropsicológica (de la memoria, atención, percepción, personalidad, resolución de problemas, razonamiento, alteraciones del estado de ánimo…) Otras pruebas médicas complementarias (análisis, biopsias, monitorizaciones, pruebas genéticas o biomarcadores)   Diagnóstico y conclusiones de la evaluación El neuropsicólogo, en la mayoría de casos, junto al neurólogo o el psiquiatra, recoge la información clínica y personal, conjuntamente con los resultados de la evaluación de las funciones cognitivas y otras pruebas médicas (en caso necesario) y extrae aquella información relevante para explicar cómo la presencia o ausencia de funcionalidad en el cerebro o área cerebral, podría explicar la sintomatología o dificultades que reportan los pacientes. Las pruebas neuropsicológicas son procedimientos técnicos, validados a través de estudios y que ofrecen un valor objetivo de la funcionalidad o disfuncionalidad del paciente.  Sin embargo, la información objetiva de estas pruebas no tiene validez empírica por sí sola, es preciso conectarla con otras pistas para poder llegar a una conclusión completa y extensa. Del mismo modo,  la presencia o ausencia de una marca o lesión en el cerebro que no se corresponde con una sintomatología o queja del paciente, no tendría por qué resultar patológica o grave. Es decir, toda información sobre el funcionamiento cerebral y del sistema nervioso debería de ser contrastada a través de diferentes procedimientos diagnósticos (entrevista clínica, valoración cognitiva y otras pruebas médicas -en caso necesario-) para poder llegar a la conclusión más precisa. Si bien es cierto, que en algunas ocasiones no es necesario realizar todos los procedimientos porque la investigación y la experiencia nos aportan los datos necesarios para obtener el diagnóstico correcto. La responsabilidad del neuropsicólogo es muy importante a la hora de optimizar el uso de las pruebas diagnósticas. Actualmente, gracias al avance tecnológico, tenemos la posibilidad de obtener mucha más información, por lo que podríamos pensar que cuanta más información tengamos, más preciso será el diagnóstico. Llegados a este punto, hay que subrayar que la importancia del profesional es hacer uso de aquellas técnicas que son imprescindibles para realizar la aproximación diagnóstica. Esto significa que no en todos los casos va a ser necesaria una valoración cognitiva, ni en todos los casos que se haga una valoración cognitiva va a ser necesaria una prueba de neuroimagen para contrastar el diagnóstico. Esto es debido a que hay patologías o afectaciones neuropsicológicas en las que una Resonancia Magnética (por ejemplo), no va a aportar hallazgos relevantes. Mientras que hay otras circunstancias en las que una valoración cognitiva no será necesaria o posible si la entrevista clínica y las pruebas médicas son lo suficientemente concluyentes (por ejemplo en un caso de lesión cerebral grave donde el paciente sufre una Afasia, que le impide poder hablar, y por consiguiente realizar la evaluación). Sea como sea, la figura del neuropsicólogo ofrece una importante ayuda para: -Orientar el diagnóstico -Explicar la afectación de la función cerebral sobre el comportamiento o estado del ánimo de la persona afectada -Desarrollar un plan de tratamiento extenso y preciso   El futuro de la Profesión de Neuropsicólogo Clínico En Neuroespai estamos muy comprometidos con la difusión e información del papel que tienen las figuras de los profesionales de la salud. Queríamos publicar este blog informativo para celebrar que el pasado 2 de Noviembre de 2016 se ha realizado la primera convocatoria para la “I Acreditación Nacional en Neuropsicología Clínica”. Desde el Colegio de Psicólogos de Cataluña y desde la Federación de Asociaciones de Neuropsicología de España, se está trabajando de manera conjunta para defender y evidenciar la importancia de la figura del Neuropsicólogo en los entornos sanitarios y clínicos no solamente en nuestro país, sino en todo el mundo.  

Un neuropsicólogo es un psicólogo de formación que se especializa en la comprensión de relación entre la conducta y el funcionamiento cerebral. El cerebro es un órgano complejo cuyas lesiones tanto en las diferentes áreas cerebrales como en el Sistema Nervioso Central pueden provocar alteraciones en la conducta y en la función cognitiva de las personas.

Los neuropsicólogos precisan de los conocimientos de la psicología y de una formación extensa y específica en el funcionamiento cerebral. Normalmente trabajan en clínicas y hospitales o en unidades de investigación.

 

¿Qué hace un neuropsicólogo?
Evaluar y tratar a personas con trastornos o lesiones del Sistema Nervioso Central o del cerebro. Suelen trabajar conjuntamente con Médicos, Neurólogos o Psiquiatras, que son aquellos profesionales que tienen pacientes que pueden precisar una valoración neuropsicológica en el entorno sanitario.

Las enfermedades, trastornos y lesiones del cerebro pueden afectar la manera en la que piensa, siente y actúa una persona. Los síntomas que pueden precisar la asistencia de un neuropsicólogo son:

Dificultades en la memoria

Problemas del estado del ánimo

Trastornos del aprendizaje

Disfunciones del Sistema Nervioso

 

Muchas veces, para los doctores no es posible identificar las causas de los síntomas que presentan los pacientes para determinar el diagnóstico. Gracias a la investigación, se conocen muchas conexiones entre alteraciones de la función cognitiva (memoria, atención, concentración, etc.) y diferentes trastornos neurológicos o psiquiátricos. Por lo que, en estos casos, la valoración de estas funciones cognitivas son muy necesarias y ayudan a orientar el diagnóstico médico y, por consiguiente, el tratamiento más adecuado.

No solamente para orientar el diagnóstico, también si la persona tiene un diagnóstico, una evaluación neuropsicológica podría ser necesaria para valorar el manejo del tratamiento según aquellas funciones cognitivas que están preservadas (donde habría que trabajar para potenciar) frente a aquellas que presentan un rendimiento por debajo de la media (donde habría que trabajar para mejorar).

A través de la valoración, se puede determinar qué dificultades podría haber y cómo de graves son.

 

Os ponemos algunos ejemplos de casos que precisarían una valoración neuropsicológica:

Un ictus, que puede afectar la conducta, el pensamiento, la memoria y otras funciones del cerebro que puedan estar afectadas de manera obvia o sutil. Una evaluación neuropsicológica ayuda a comprender el grado de afectación del ictus.

Parkinson, es una enfermedad degenerativa que puede causar diferentes problemas neurológicos. Un examen neuropsicológico puede ayudar  marcar una línea base para conocer más específicamente el progreso y la evolución de las funciones afectadas.

Enfermedad de Alzheimer y otras demencias que suelen producir alteraciones en la memoria, la personalidad y las habilidades cognitivas. La valoración en este caso, ayudaría a identificar estas cuestiones en un estadio temprano.

Traumatismos craneoencefálicos que causan una variedad de síntomas. La evaluación del neuropsicólogo ayuda a determinar cómo las lesiones cerebrales afectan diferentes funciones, desde los ya comentados hasta razonamiento o resolución de problemas.

Enfermedades psiquiátricas que afectan habitualmente a las habilidades cognitivas. La evaluación cognitiva de estos pacientes ayuda a orientar el diagnóstico de manera más precisa cuando la sintomatología no es clara o confunde los criterios diagnósticos. Esta circunstancia ocurre muy a menudo, puesto que es muy complicado encontrarse un paciente que reúna única y exclusivamente criterios para una sola psicopatología. Lo más habitual es encontrar pacientes que reúnen diferentes características de diferentes trastornos.

 

Procedimientos neuropsicológicos típicos
El sistema nervioso y el cerebro están compuestos por mecanismos complejos. Para evaluar su funcionamiento, se utilizan diferentes técnicas:

Entrevista clínica
Pruebas diagnósticas de neuroimagen (TAC, Resonancia Magnética, TEPT, etc.)
Evaluación neuropsicológica (de la memoria, atención, percepción, personalidad, resolución de problemas, razonamiento, alteraciones del estado de ánimo…)
Otras pruebas médicas complementarias (análisis, biopsias, monitorizaciones, pruebas genéticas o biomarcadores)
 

Diagnóstico y conclusiones de la evaluación
El neuropsicólogo, en la mayoría de casos, junto al neurólogo o el psiquiatra, recoge la información clínica y personal, conjuntamente con los resultados de la evaluación de las funciones cognitivas y otras pruebas médicas (en caso necesario) y extrae aquella información relevante para explicar cómo la presencia o ausencia de funcionalidad en el cerebro o área cerebral, podría explicar la sintomatología o dificultades que reportan los pacientes.

Las pruebas neuropsicológicas son procedimientos técnicos, validados a través de estudios y que ofrecen un valor objetivo de la funcionalidad o disfuncionalidad del paciente.  Sin embargo, la información objetiva de estas pruebas no tiene validez empírica por sí sola, es preciso conectarla con otras pistas para poder llegar a una conclusión completa y extensa. Del mismo modo,  la presencia o ausencia de una marca o lesión en el cerebro que no se corresponde con una sintomatología o queja del paciente, no tendría por qué resultar patológica o grave.

Es decir, toda información sobre el funcionamiento cerebral y del sistema nervioso debería de ser contrastada a través de diferentes procedimientos diagnósticos (entrevista clínica, valoración cognitiva y otras pruebas médicas -en caso necesario-) para poder llegar a la conclusión más precisa.

Si bien es cierto, que en algunas ocasiones no es necesario realizar todos los procedimientos porque la investigación y la experiencia nos aportan los datos necesarios para obtener el diagnóstico correcto.

La responsabilidad del neuropsicólogo es muy importante a la hora de optimizar el uso de las pruebas diagnósticas. Actualmente, gracias al avance tecnológico, tenemos la posibilidad de obtener mucha más información, por lo que podríamos pensar que cuanta más información tengamos, más preciso será el diagnóstico. Llegados a este punto, hay que subrayar que la importancia del profesional es hacer uso de aquellas técnicas que son imprescindibles para realizar la aproximación diagnóstica. Esto significa que no en todos los casos va a ser necesaria una valoración cognitiva, ni en todos los casos que se haga una valoración cognitiva va a ser necesaria una prueba de neuroimagen para contrastar el diagnóstico. Esto es debido a que hay patologías o afectaciones neuropsicológicas en las que una Resonancia Magnética (por ejemplo), no va a aportar hallazgos relevantes. Mientras que hay otras circunstancias en las que una valoración cognitiva no será necesaria o posible si la entrevista clínica y las pruebas médicas son lo suficientemente concluyentes (por ejemplo en un caso de lesión cerebral grave donde el paciente sufre una Afasia, que le impide poder hablar, y por consiguiente realizar la evaluación).

Sea como sea, la figura del neuropsicólogo ofrece una importante ayuda para:

-Orientar el diagnóstico

-Explicar la afectación de la función cerebral sobre el comportamiento o estado del ánimo de la persona afectada

-Desarrollar un plan de tratamiento extenso y preciso

 

El futuro de la Profesión de Neuropsicólogo Clínico
En Neuroespai estamos muy comprometidos con la difusión e información del papel que tienen las figuras de los profesionales de la salud. Queríamos publicar este blog informativo para celebrar que el pasado 2 de Noviembre de 2016 se ha realizado la primera convocatoria para la “I Acreditación Nacional en Neuropsicología Clínica”.

Desde el Colegio de Psicólogos de Cataluña y desde la Federación de Asociaciones de Neuropsicología de España, se está trabajando de manera conjunta para defender y evidenciar la importancia de la figura del Neuropsicólogo en los entornos sanitarios y clínicos no solamente en nuestro país, sino en todo el mundo.